viernes, 4 de octubre de 2013

Compota de manzanas con hierbabuena


Me encantan las manzanas. Mi favorita es la golden por su dulzura.
Cuando cocino tengo presente la máxima de Hipócrates, “que tu alimento sea tu medicina”, por eso siempre que la receta lo permite, reduzco el volumen de sal, de grasa, y como en este caso, de azúcar. Todo es cuestión de acostumbrar al paladar y ganar salud.


La compota es una mezcla de frutas que se cuece lentamente, generalmente en un almíbar de azúcar con especias o licor. Pero mi receta tiene la particularidad de estar hecha en una cazuela de las que no necesita emplear grasa o agua para cocinar, lo que me permite conseguir una textura que me gusta especialmente, a medio camino entre la compota y la manzana asada. No necesita añadir nada de azúcar. Y como aromatizante he utilizado hierbabuena porque resulta de lo más refrescante y fragante. 

De verdad que merece la pena probarla. Cuando la he ofrecido en casa, la gente suele sorprenderse de que no lleve azúcar.
 

Ingredientes (para cuatro personas):
  • 1 Kg de manzanas golden.
  • 4 cucharadas de agua.
  • 5-6 hojas de hierbabuena.

Preparación:
Pelar, quitar el corazón y las semillas de las manzanas. Cortar en trozos pequeños.
Colocar en la cazuela fría las manzanas junto con el agua y la hierbabuena. Tapar. Calentar y cuando la tapadera de la cazuela esté caliente, bajar la temperatura al mínimo hasta que la manzana quede hecha.


Esta receta se puede adaptar a la forma tradicional de hacer compota: se cubren las manzanas troceadas con agua, se añade la hierbabuena y la cantidad de azúcar que a cada uno le guste, y se cuecen hasta que estén tiernas.

Buen provecho

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