La clásica coleslaw es una ensalada de invierno típica de la cocina británica, realizada a base de repollo y zanahorias. Como suele ocurrir, existen muchas variaciones de esta riquísima ensalada. Yo he utilizado manzana en lugar de zanahoria y también he añadido unos rabanitos que tenía abandonados en la nevera. En el aliño he puesto, además, un bouquet de hierbas frescas para darle otro aire.
Lo sorprendente de esta ensalada es que el repollo crudo resulta muchísimo más digerible que el cocinado. Estéticamente queda atractiva y al paladar resulta deliciosa. El secreto de su éxito está en el corte finísimo de la verdura.
Ingredientes (para cuatro personas):
- Un cuarto de repollo blanco
- Una manzana golden
- 4 rabanitos
- Un trozo de cebolleta
- 4 cucharadas de yogur griego bajo en calorías
- Una cucharada de mayonesa
- Una cucharadita de mostaza antigua
- Sal
- Zumo de limón
- Ralladura de limón
- Unas hojas de hierba buena
- Unas hojas de perejil
Preparación:
Tan fácil como poner el robot con la cuchilla fina y picar las verduras. Preparar después el aliño mezclando en un cuenco el zumo, la ralladura, el yogur, la mayonesa, la mostaza y la sal. Remover y disfrutar.
Buen provecho
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