sábado, 15 de marzo de 2014

Mantequilla clarificada


La mantequilla es una grasa imprescindible en la cocina. Con ella se elaboran salsas como la holandesa, la bearnesa o la bechamel. Y en repostería, su aroma y sabor son la seña de identidad de muchos dulces.
La mantequilla clarificada es una mantequilla sin sal derretida a la que se les han quitado los sólidos lácteos. Esto permite obtener una grasa muy pura y con muchos usos. Tiene la ventaja de no ponerse rancia y de soportar temperaturas más elevadas que la mantequilla normal. Como no se quema, es perfecta para freír y saltear. Hay que tener en cuenta que la mantequilla no solo proporciona un sabor delicado, sino también un gran brillo, indispensable en el buen aspecto de las cremas. Yo suelo emplearla en la preparación de pastas de repostería y puedo decir, a modo de anécdota, que me resultan más fáciles de digerir que si están hechas con mantequilla entera.
Por cierto, esta mantequilla es el famoso ghee de la cocina india, tan usado en Ayurveda.

Ingredientes:

  • Mantequilla en la cantidad deseada
  • Recipiente para conservarla

Preparación:
Derretir la mantequilla a fuego lento sin remover. Cuando esté líquida, apartarla del fuego y quitar la espuma de la superficie. Verterla en el recipiente elegido con una cuchara teniendo cuidado de no coger los sedimentos del fondo del cazo. Reposar, y ya está lista para usarla.


Buen provecho

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