Tarta de galleta y chocolate

Me gusta mucho esa repostería de antaño, casera, hecha con los ingredientes habituales de una despensa. Una repostería honesta y sencilla pero capaz de agradar a cualquier paladar. ¿Hay algo más sencillo y normal que unas galletas? Pues ellas son la base de este dulce tan apetitoso y rápido de hacer.
Suelo prepararla con galletas duras rectangulares, de esas que son secas y crujientes, (aunque como siempre digo en mis recetas, que cada persona ponga lo que más le guste) y crema de chocolate y queso. 
Con esta crema preparé hace tiempo unas trufas para los niños (otro día daré esta receta) bastante exitosas y por eso la empleo en la tarta aunque en otra proporción. Queda más esponjosa y más ligera.
La tarta que preparo es una versión mini (y ya llena suficientemente) que luego troceo para hacer petits fours que dirían los franceses, o como decimos nosotros pastelitos para acompañar el café. Y con esta cantidad está muy bien. Dura justo el fin de semana y así no se come más.

Ingredientes (para cuatro o seis personas):

• 200 gr de queso de burgos sin sal
• 125 gr de cobertura de chocolate sin leche
• 100 ml de crema de leche para montar
• Una cucharada de mantequilla
• 4 cucharadas de azúcar glas (probar la crema cuando esté hecha y corregir si es preciso)
• Coco rallado al gusto
• Granillo de chocolate
• 12 galletas rectangulares duras
• Medio vaso de leche (o si se prefiere algún tipo de licor rebajado)

Preparación:
Fundir el chocolate con la mantequilla a baño María o en el microondas durante unos minutos a baja temperatura (¡Ojo que se puede quemar!). Sacar y remover. Reservar. Batir el queso con el azucar. Montar la nata y reservar. Juntar en un bol el chocolate ya frío con el queso. Añadir la nata con movimientos envolventes. Verificar el punto de dulzor. Si gusta más dulce, añadir más azúcar glas.
Remojar las galletas en la leche y colocarlas en la base de un molde o bandeja (yo he puesto dos filas de tres galletas). Cubrirlas con la crema de chocolate y una capa de coco rallado. Repetir el proceso. Repartir la crema restante por los lados y cubrir la tarta con el granillo de chocolate. Dejar enfriar en la nevera un par de horas y disfrutar.

Nota: si se prefiere una crema menos amarga, sustituir la cobertura negra por cobertura con leche o añadir más azúcar glas. Y lo mismo ocurre con la leche para remojar las galletas. Se puede poner algún tipo de licor o brandy rebajado con agua para darle otro gustillo.

Buen provecho