Berenjenas a la parmesana

Las berenjenas, oriundas de la India, se extendieron por Persia, por el norte de África y también por Turquía. A nosotros llegaron, como tantas otras cosas, a través de los árabes.
La berenjena tenía mala fama. Puede que esto se debiera a su parecido con plantas como la belladona, el estramonio, denominada berenjena del diablo, o la mandrágora, cuyo fruto se llamaba a veces berenjenilla. Y es que estas plantas son todas ellas, familia de las solanáceas (plantas que poseen componentes tóxicos). Tampoco ayudaba mucho el hecho de que fueran introducidas por los árabes pues como decía Fray Gabriel Alonso de Herrera en 1513 ...”trujeron para con ellas matar los cristianos”. Pero aunque se sospechase de las berenjenas como producto maligno e incluso herético, la gente las consumía alegremente, aquí y en Europa, como lo demuestran los versos de Baltasar de Alcázar:

 “Tres cosas me tienen preso

de amores el corazón,

la bella Inés, el jamón

y berenjenas con queso"

Ingredientes (para cuatro personas):

• 4 berenjenas
• Una cebolleta picada
• 4 dientes de ajo
• Una lata de tomate natural entero o triturado
• 4 mozzarellas
• 200 gr de queso curado rallado
• Albahaca fresca
• Sal y azúcar morena (o panella, o manzana para corregir la acidez)
• Aceite de oliva

Preparación:
Lavar las berenjenas y cortarlas longitudinalmente. Salarlas y rociarlas con aceite. Introducirlas en el horno durante 20 minutos a 180º. Partirlas por la mitad y extraer con una cucharilla la carne del interior procurando no romperlas. Picar esta carne y reservar. Pochar la cebolla y el ajo picado en una sartén con unas cucharadas de aceite. Añadir el tomate junto con la sal, el azúcar y la albahaca. Cuando la salta esté hecha, añadir la carne de berenjena y cocer cinco minutos. 
Colocar las berenjenas en una fuente para horno engrasada. Rellenarlas con el tomate. Cortar las mozzarellas en rodajas y cubrir con ellas las berenjenas. Por último, echar el queso rallado y gratinarlas hasta que quede dorado.

Buen provecho