La dieta mediterránea mezcla de forma muy sabia pequeñas cantidades de carne y pescado con legumbres o cereales, obteniéndose así platos equilibrados y muy completos. De los países del norte de África procede el cuscús, una sémola de trigo o harina molida de forma gruesa con la que se elaboran distintos tipos de pastas. Para mí es otro de los ingredientes básicos favoritos. Con ella puedes preparar platos tan apetecibles como el cuscús de cebolla confitada y pasas, cuscús ibrine con buey, t’faya con pollo, dchicha sussia, cuscús con siete verduras...y así una larga lista.
Esta receta lleva garbanzos y es estupenda para cuando hay prisa. No os defraudará.
Ingredientes (para cuatro personas):
- Una taza de cuscús
- Unas ramas de perejil
- Unas ramas de cilantro
- Unas ramas de hierbabuena
- Un poco de orégano fresco o seco
- Una medida de agua
- Una cucharada de aceite de oliva
- Sal
- Un tarro de garbanzos cocidos
- Un trozo de pimiento verde
- Un trozo de cebolla
- Un diente de ajo
- Salsa de tomate
- Comino
- Una cucharada de pesto rojo
Preparación:
Picar en un robot de cocina las hierbas aromáticas. Echar ahí mismo una taza de cuscús y dos tazas de agua hirviendo (la misma empleada para medir el cuscús), tapar y esperar a que se absorba el agua. Picar muy menudos la cebolla, el pimiento y el ajo. Pocharlos con una cucharada de aceite. Añadir los garbanzos escurridos, el comino, el pesto rojo y la salsa de tomate al gusto. Remover, tapar y cocer quince minutos. Sacar el cuscús y mezclarlo con una cucharada de aceite. Servirlo en un plato junto con los garbanzos y disfrutar.
Buen provecho
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