Esta receta es una forma muy sabrosa de tomar un pescado. Queda un plato elegante y ligero, muy apropiado si tienes invitados. La receta la encontré en Whole Kitchen como propuesta de menú navideño. Yo he hecho algunas modificaciones y he de decir que la receta es muy rica y merece la pena prepararla. Por cierto, la revista que editan es genial.
Ingredientes (para cuatro personas):
- 8 filetes de gallos limpios (u otro tipo de pescado plano)
- Dos bolsas de espinacas tiernas ya lavadas
- 1 diente de ajo
- 100 gr. de queso rallado
- 250 ml. de nata líquida
- 250 ml. de caldo de pollo
- Perejil
- Sal
- 500 ml. de leche tibia
- 30 gr. de mantequilla
- 30 gr. de harina
- Nuez moscada
- Sal
- Pimienta
Preparación:
Hervir en agua los filetes de pescado dos o tres minutos. Reservar. Preparar una bechamel con la mantequilla, la harina y la leche. Aromatizar con nuez moscada y salpimentar. Picar las espinacas crudas en le robot. Prensar un diente de ajo y dorarlo en una sartén con un poco de aceite. Añadir las espinacas y rehogarlas. Incorporar la nata y el caldo y dejarlo reducir, a fuego medio, ocho minutos. Preparar la bechamel del modo tradicional. En una fuente para horno, colocar las espinacas en el fondo. Poner encima los filetes de pescado, cubrirlo con la bechamel y rociarlo de queso rallado. Gratinar hasta que el queso esté dorado y servir.
Buen provecho
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