En la cocina marroquí son muy comunes las hortalizas rellenas de carne y arroz. Suelen perfumarse con cilantro, perejil y olivas, pero aunque no abunden en los recetarios, también existen rellenos hechos con pescado. En este caso, el pescado utilizado han sido sardinas. Este tipo de calabacines redondos, que hasta hace poco no eran muy comunes en nuestros mercados, van ganando presencia y ahora se encuentran con facilidad. Es una buena forma de consumir esta hortaliza tan depurativa, perfecta para dietas de desintoxicación, digestiva y poco calórica. Aunque tienen fama de sosos, son el complemento perfecto para combinados con otros ingredientes más fuertes y conseguir un plato equilibrado.
Ingredientes (para cuatro personas):
- 4 calabacines redondos
- 300 gr de sardinas limpias sin espinas
- Una patata cocida
- 3 dientes de ajo
- Unas ramas de cilantro
- Unas ramas de perejil
- Una pizca de cominos
- 100 ml de salsa de tomate
- Una pizca de pimentón dulce
- Aceite y sal
- Un tarro de garbanzos cocidos
- Media cebolla pequeña
- Un trozo de pimiento verde
- Un trozo de pimiento seco
Preparación:
Lavar los calabacines y escaldarlos cinco minutos en agua hirviendo. Escurrir cortar y reservar la parte superior. Vaciar la carne del calabacín con una cuchara o cuchillo fino.
Poner en un robot de cocina la pulpa de los calabacines, el perejil, el cilantro, el ajo la patata y las sardinas. Reducir a puré. Poner en una fuente de horno la salsa de tomate y colocar encima los calabacines. Rellenarlos con la pasta de sardina y taparlos con la parte superior reservada. Hornear veinte minutos a 240º. Pochar la cebolla picada con el pimiento verde y el seco. Añadir los garbanzos lavados y escurridos. Cocinarlos diez minutos y reservar. Servir los calabacines junto con los garbanzos.
Buen provecho
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