viernes, 23 de mayo de 2014

Ensaladilla rusa


De la patata escribió Antoine Parmentier que “es el regalo más útil que el Nuevo Mundo ha hecho al Antiguo”, y no le falta razón a semejante afirmación pues son innumerables las recetas que se pueden realizar con este tubérculo.
La historia de esta ensalada parece un thriller gastronómico. Fue creada por el cocinero franco belga Lucien Oliver en el restaurante L’Ermitage de Moscú y terminó siendo objeto de espionaje industrial.
Seguramente aquella ensaladilla estaría en consonancia con el tipo de comida de las clases altas: ingredientes exóticos, mariscos exquisitos, muchas carnes y verduras con encurtidos, muy lejos de la idea que tenemos hoy de este plato.
Cuando Oliver murió su receta fue con él a la tumba. El plato fue trasformándose según los lugares por los que se propagaba. Con la guerra llegó la miseria y la patata, el alimento de los campesinos, hizo su aparición en la ensaladilla.
Seguramente seguiremos sin conocer la receta original, pero la nuestra es esta:

Ingredientes (para cuatro personas):

  • 4 patatas
  • 2 zanahorias
  • 2 huevos duros
  • Sal
  • 60 gr de guisantes tiernos
  • 150 gr de bonito al natural
  • Una lata pequeña de pimientos morrones
  • Unas aceitunas verdes
  • Salsa mayonesa casera

Preparación:
Hervir las patatas y las zanahorias con piel en agua salada. Pelarlas y partirlas en trozos pequeños. Ponerlas en una ensaladera. Añadir las aceitunas picadas junto con los pimientos, también picados. Añadir los guisantes (uso congelados que pongo en el micro 2 minutos). Picar los huevos duros y agregarlos a la mezcla junto con el bonito escurrido (uso natural en lugar de aceite porque queda más ligero). Incorporar por último la mayonesa, remover y emplatar decorando con hojas de lechuga.


Buen provecho

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