El otro día encontré pasta filo en el mercado. Me encanta la textura crujiente que tiene y como es primavera y ya están aquí los trigueros he decidido hacer un pastel. Consumo con frecuencia hojaldre, pero el crujiente y la ligereza de esta masa no tiene rival. Tiene múltiples usos, es sumamente delgada y casi traslúcida. Por eso hay que trabajarla rápido para que no se seque. Y como acompañamiento de este pastel, un poco de salsa de chile hace el complemento perfecto.
En Grecia y Oriente Medio son muy populares los platos elaborados con esta masa, tanto dulces como salados y merece la pena experimentar con ella.
Ingredientes (para 6 personas):
- Un manojo de espárragos verdes
- 4 patatas grandes
- 50 gr de mantequilla fundida
- 3 huevos
- 6 hojas de pasta filo
- 100 gr de queso curado
- Un brik de crema para cocinar
- Acompañamiento: Salsa de tabasco verde, chile o mayonesa con mostaza.
Limpiar y preparar los espárragos. Cocerlos en agua salada 3 minutos. Reservar. Cocer las patatas en agua salada hasta que estén tiernas, escurrirlas y ponerlas en un bol con el queso rallado y un toque de pimienta. Aplastarlas con un triturador de patatas, añadirle la crema y los huevos. Mezclarlo todo. Extender en la mesa una hoja de pasta filo y barnizarla rápidamente con la mantequilla fundida. Colocarla en el molde y repetir el proceso con las otras hojas. Adaptarlas al gusto en el molde. Después, verter la crema de patata y sobre ella colocar los espárragos escurridos. Barnizarlos con mantequilla e introducir el pastel 20 minutos a 200º (más o menos, según los hornos) hasta que resulte dorado. Enfriar y servir acompañado de salsa de tabasco verde, chile o cualquier salsa con un poco de carácter.
Buen provecho
No hay comentarios:
Publicar un comentario