Este es un postre que conjuga muy bien dos de mis grandes pasiones: el café y el chocolate.
En repostería se llama moca a la crema hecha con café, azúcar, mantequilla y vainilla, pero mi crema lleva queso mascarpone porque me gusta especialmente su cremosidad y me sienta bien, mucho mejor que la nata o la mantequilla, de hecho en ocasiones y según sea la receta, sustituyo la nata por este tipo de queso con buenos resultados.
Es un postre muy en mi línea, sencillo y rápido con resultados más que vistosos. Cuando lo he servido me han dicho las cosas habituales ¡Uff... que ya estoy lleno!, solo lo voy a probar, y al final se ha acabado porque está bueníiiisimo.
Ingredientes (para cuatro personas):
- 10 galletas rectangulares de desayuno (crujientes con poca grasa)
- 30 gr de mantequilla
- 250 gr de marscarpone
- Una yema de huevo
- Una clara a punto de nieve
- 8 cucharadas de azúcar glas
- 4 cucharaditas de postre de café soluble
- 2 cucharaditas rasas de cacao puro en polvo
- 2 cucharadas de agua
- 2 hojas de gelatina neutra
- Bolitas de galletas o granillo de chocolate para decorar
Preparación:
Derretir la mantequilla en un bol pequeño. Poner en un robot de cocina las galletas y añadir la mantequilla derretida. Disponer estas migas en el fondo de cuatro recipientes individuales, aplastarlas bien contra el fondo y refrigerar.
Separar la yema de clara. Montar ésta a punto de nieve firme y reservar. Poner en remojo la gelatina. Cuando esté blanda ponerla en un vaso un una cucharada de agua y meterla unos segundos en el microondas hasta que se derrita. Reservar.
Disolver en un recipiente el café con el cacao y una cucharada de agua. Poner en un bol el queso con la yema y añadir la mezcla de café, el azúcar y la gelatina. Batirlo todo. Añadir ahora la clara con cuidado para que no se baje. Ha de quedar una crema esponjosa. Repartirla sobre los recipientes con la galleta y decorar con bolitas. Refrigerar unas horas para que quede bien fría y disfrutar.
Buen provecho
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