Este es un plato típico de la cocina castellana. A veces se le denomina ajo mortero o ajo arriero, aunque este último no tiene nada que ver con el ajo arriero vasco.
Parece que su nombre se debe a que es un plato que sacia mucho, tanto que “harta hasta las burras” y es verdad. En casa lo llamaron “atascaburras élfico” porque lo comimos a las dos de la tarde y cuando llegó la hora de cenar, nadie tenía apetito.
Aunque el acabado final de este plato tiene la consistencia de un puré semejante a la brandada, yo lo he dejado más entero para apreciar bien las patatas. Cuestión de gustos.
Ingredientes (para cuatro personas):
- Un kg de patatas
- 300 gr de migas de bacalao desaladas
- 2 huevos cocidos
- 3 dientes de ajo
- Aceite de oliva
- Unas nueces
Cocer las patatas cortadas en trozos grandes. Retirarlas cuando estén hechas y poner el bacalao en su lugar. Cocer durante cinco minutos. Escurrir y reservar. Majar en un mortero los ajos. En un bol, mezclar las patatas con los ajos. Machacarlas con un tenedor e incorporar unas cucharadas del agua de la cocción junto con el bacalo. Añadir poco a poco aceite al gusto hasta conseguir una especie de puré. Servir con unas rodajas de huevo cocido por encima, unas nueces peladas y perejil picado.
Buen provecho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario