jueves, 19 de junio de 2014

Pasta fresca


Contrariamente a lo que pueda pensarse, preparar pasta fresca casera es de lo más fácil. No hace falta nada más que un rodillo tradicional y un poco de tiempo. Los entendidos dicen que al hacerla de esta manera aumenta la elasticidad de la masa, por el calor de las manos. Yo uso una máquina de rodillos que me regalaron hace años cuando sólo se encontraban en las tiendas especializadas. Me gusta porque abrevia el proceso y además permite hacer tallarines, pero insisto, no es necesario tener una máquina. Eso sí, hay que tener un rodillo, buenos cuchillos y cortadores. Lo que ocurre es que cuando se es aficionada a los “cacharritos”, acabas teniendo una.

Ingredientes (para cuatro o seis personas):

  • 400 gr de harina de fuerza
  • 4 huevos de granja
  • 4 litros de agua
  • Sal
  • Opcional: bouquet de hierbas para aromatizar el agua de cocción

Preparación:
Hacer un volcán con la harina y colocar en el centro los huevos enteros. Amasar hasta conseguir una bola compacta, aplastarla, dividirla en dos mitades y pasarla por el rodillo más grueso un par de veces, ligeramente enharinada, así a la par que se estira también se amasa. Después pasarla por rodillos más finos, hasta conseguir el grosor deseado. Cocerla según sea la preparación a realizar, teniendo en cuenta que al ser fresca no tardará más de tres minutos (a mí me gusta como queda en ese tiempo, pero si no, modificarlo).

Nota: Para hacer pasta de color es tan sencillo como agregar por cada huevo, antes de mezclar con la harina, una cucharada de concentrado de tomate, si se desea roja; si se desea verde, 125 gr de espinacas frescas o 75 gr de espinacas congeladas cocidas en agua con sal para potenciar el color; para otros colores (naranja con zanahoria o azafrán, negra con tinta de calamar...) os toca jugar a vosotros.

Buen provecho

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