Pollo con miel y limón

Hace miles de años que el hombre consume miel y así lo atestiguan las pinturas de la cueva valenciana de Bicorp, en donde una figura humana, a la que suele llamarse el recolector, aparece subida a una escalera junto a un panal. Desde entonces, este alimento ha estado presente en todas las culturas de la antigüedad pero fue durante los imperios griego y romano cuando proliferaron los tratados sobre apicultura y el uso de la miel en la cocina. La obra del gastrónomo Apicio así lo demuestra, con numerosas recetas hechas a base de este néctar.
Mi elección para hoy es un delicioso pollo hecho con miel y limón, muy mediterráneo, que recomiendo acompañar de abundante pan porque la salsa que desprende bien lo merece.
Habitualmente cocino con cazuelas AMC y he de decir que me encantan porque permiten cocinar con la propia grasa de la pieza sin necesidad de añadir aceite (aunque en esta ocasión sí lo lleva) y el jugo que sale de la carne hace innecesario añadir caldo, pero cada uno que utilice la cazuela que tenga o bien, que utilice el horno.

Ingredientes (para cuatro personas):

• Un pollo cortado en trozos pequeños
• 2 dientes de ajo
• Ralladura de un limón
• El zumo de un limón
• Una cucharadita de miel
• Sal y pimienta
• Perejil picado
• Orégano
• 4 cucharadas de aceite

Preparación:
Machacar los ajos en el mortero y mezclarlos con la sal y la ralladura de limón. Añadir el zumo y rociar con esta mezcla el pollo depositado en una fuente honda. Macerar durante dos horas como mínimo, dándole la vuelta de vez en cuando para que los trozos se impregnen bien.
Transcurrido el tiempo, escurrir el pollo y reservar el jugo. Freírlo en una sartén o cazuela con el aceite, añadirle una cucharadita de miel, el orégano y el jugo reservado. Llegados a este punto, se puede terminar de hacer en la cazuela tapada (así lo he hecho yo), o bien en el horno a 180º durante cincuenta minutos más o menos. Si se hace así hay que regar con caldo o el propio jugo para que no se seque. Servir el pollo en una fuente decorado con perejil picado.

Buen provecho