lunes, 29 de septiembre de 2014

Canelones de pasta fresca


Cuando preparo pasta fresca, generalmente es para usarla en láminas para canelones, lasaña o tallarines. Lo que más me gusta de todo el proceso es poder ajustar el grosor final. Personalmente me gustan los canelones con masa más gruesa y, en cambio, los tallarines me gustan muy finos.
Después de decir todo esto, no hace falta tener mucha imaginación para suponer que las pastas que vender en los supermercados no me gustan nada, por eso siempre animo a la gente a que prepare su propia pasta, además, es divertido. Y otra de las grandes ventajas es que se cuece muy rápido, solo son necesarios cuatro minutos.
Estos canelones han servido para reciclar el pollo cocido con el que hago el caldo y lo he mezclado con espinacas y queso.

Ingredientes (para cuatro personas):

  • 12 láminas de canelones
  • 300 gr. pechugas de pollo cocidas (o ternera picada si se prefiere)
  • 150 gr. de queso rallado
  • 100 gr. de espinacas en porciones prensadas (apenas desprenden agua)
  • 2 cucharadas de harina
  • 2 vasos de leche
  • Aceite de oliva
  • Sal
Preparación:
Cocer las placas de pasta en abundante agua con sal y una gota de aceite durante cuatro minutos. Escurrirlas y depositarlas sobre paños de cocina para que se sequen.
Preparar la bechamel poniendo en una cazuela el aceite, calentar y añadir la harina. Tostarla unos minutos y verter la leche poco a poco sin dejar de remover. Salpimentar y reservar.
Picar el pollo cocido en un robot de cocina. Poner dos cucharadas de aceite en una sartén y saltear las espinacas salpimentadas. Añadir el queso, el pollo y remover. Templar el relleno y depositarlo en los canelones, enrollarlos y colocarlos en una fuente engrasada para horno. Cubrirlos con la bechamel y un poco de queso rallado. Gratinar hasta que se doren y servir.


Buen provecho

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