Para mí, uno de esos pequeños placeres que te da la vida es poder desayunar el fin de semana en familia y sin ningún tipo de prisas. El olor del café recién hecho, el del pan tostado y el aire fresco de la mañana son cosas muy simples que me ponen de buen humor, especialmente en este tiempo en que ya se puede abrir la ventana y disfrutar de la alegría de los pájaros. Este pan resulta perfecto para un momento así.
Está hecho con masa enriquecida, ligeramente dulce (por eso es pan y no bollo), ideal para tostarlo y tomarlo con mermelada o con algo salado. Buenísimo para comenzar el día con una sonrisa.
Ingredientes:
- 50 gr de mantequilla a temperatura ambiente
- 300 ml de leche tibia
- 25 gr de levadura de panadería o un sobre de levadura seca (7 gr)
- 80 gr de azúcar
- 500 gr de harina de fuerza
- 1/4 de cucharadita de sal
- Yema de huevo para barnizar
Preparación:
Hacer un volcán con la harina y poner en el centro todos los ingredientes a temperatura ambiente. Amasar hasta conseguir una consistencia elástica. Dejar reposar hasta que alcance el doble del volumen inicial. Dividir la masa en tres partes y hacer una trenza. Colocarla en la bandeja del horno hasta que vuelva a doblar su volumen. Barnizarla con la yema de huevo y hornear a 180ºC durante 25 - 30 minutos.
Preparación en TMX:
Poner en el vaso la mantequilla, la leche, el azúcar y la levadura. Programar 2 minutos a 37ºC y velocidad 2.
Añadir la harina y la sal. Amasar 3 minutos a velocidad espiga. Reposar dentro del vaso hasta que doble su volumen.
Dividir la masa en tres partes y continuar como se explica arriba.
Buen provecho
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