Si uno no sabe muy bien como sorprender a un invitado vegetariano, esta receta es una buena opción. Es algo diferente y tiene ese punto de sofisticación que requiere una comida especial.
La receta original estaba hecha con quesos Gruyère y Parmesano, pero sirve de igual forma un Manchego u otro curado. La masa puede prepararse con antelación y guardarse en el frigorífico envuelta en aluminio, y se rellena en el momento preciso sin mucha complicación.
Se sugería servirlo con salsa de hierbas o de tomate, pero he preferido acompañarla de brotes tiernos de lechugas. Por cierto, llena más de lo que aparenta, así que puede servir como un único plato.
Ingredientes:
- 60 gr de requesón
- 200 gr de queso curado
- 150 de nata líquida para cocinar
- 4 huevos (claras y yemas separadas)
- 3 cucharadas de hierbas frescas picadas
- 125 gr de queso crema para rellenar
- 4 pimientos del pico asados
- Sal y pimienta
Preparación:
Mezclar el requesón con la nata y las yemas. Separar un poco del queso curado y añadir el resto a la mezcla de yemas junto con las hierbas. Montar las claras a punto de nieve y mezclarlas con el preparado de queso. Cortar un papel de hornear de 22 x 32 cm. Extender la mezcla sobre él y hornear a 200º C durante doce o quince minutos (según los hornos).
Cortar un papel de aluminio algo mayor que el anterior y espolvorearlo con el queso reservado. Sacar el bizcocho del horno y depositarlo boca abajo sobre el aluminio que tiene el queso rallado. Despegar el papel de hornear y esperar que se enfríe. Rellenar con el queso crema y los pimientos abiertos. Enrollarlo, y listo para cortar. Servirlo acompañado de salsa o de lechugas variadas.
Buen provecho
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