Esta es una de esas tartas saladas que tanto juego me proporcionan en la cocina. Pequeños restos de embutidos o insuficientes cantidades de verduras para cuatro comensales, se convierten por obra y gracia de una tarta en un plato completo para seis raciones. En esta ocasión me sobraron acelgas y decidí darles un toque alegre utilizando cabecero de lomo, un embutido de sabor intenso como el jamón pero con personalidad propia. Suelo hacer con él picadillo y lo uso en rellenos, en croquetas o como en esta ocasión, en tarta. Preparé una deliciosa masa quebrada como soporte para este relleno a base de acelgas rehogadas y queso. En treinta minutos, la cena quedó lista.
Ingredientes (para un molde de 22 cm):
- 500 gr de acelgas cocidas (absolutamente escurridas)
- 2 huevos XL
- 50 gr de cabecero de lomo picado
- 75 ml de nata para cocinar
- 2 dientes de ajo
- Unas ramas de perejil
- 1 cebolleta pequeña
- Mezcla de cuatro quesos
- Unas cucharadas de aceite
- Sal (si se considera necesario)
- Una plancha de masa quebrada
Extender la masa sobre un molde engrasado. Pincharla con un tenedor y cocerla en blanco (sin relleno) con legumbres secas puestas encima sobre un papel de hornear o con bolitas cerámicas (se venden en las tiendas para ese fin) durante 15 minutos a 180ºC. Reservar. Dorar los ajos y la cebolleta en una sartén con el aceite. Incorporar las acelgas y el perejil muy picado. Rehogar unos minutos y reservar. Batir en un bol los huevos y la crema. Añadir las acelgas y verter la mezcla en la masa. Cubrirla con la mezcla de queso y hornear a la misma temperatura durante 20 - 30 minutos.
Buen provecho
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