Para mi gusto, las recetas de pescado más deliciosas son las que están hechas al horno, al vapor y a la plancha, sin muchos ingredientes ni complicaciones de preparación para que el sabor natural de su carne se aprecie bien. Las salsas deben ser solo el acompañamiento que resalte el sabor del pescado.
Los preparados al vapor o hervidos suelen asociarse a comidas de “enfermo” o de dieta y si alguien los considera así es porque no sabe darle el punto de cocción correcto o su paladar está poco entrenado.
Las grandes recetas de pescados suelen ser simples de realización y la mayoría incluyen salsas suaves y equilibradas como la Meunière, asociada a la preparación del lenguado, la salsa de cava, la salsa Bercy, el Romesco, la salsa de sidra, velouté, verde francesa, o las populares salsa rosa, de cóctel o tártara. La lista sería larga de nombrar. Unas son, en efecto, delicadas de preparar aunque con los procesadores actuales ya no lo son tanto, y otras son tan sencillas como esta que traigo hoy aquí.
Ingredientes (para cuatro personas):
- 800 gr de salmón
- 4 patatas grandes
- 2 cucharadas de pepinillos agridulces picados
- Un huevo (para la mayonesa)
- Aceite de girasol (para la mayonesa)
- Sal y limón (o vinagre)
- 2 cucharadas de alcaparras picadas
- Una cebolleta
- Una cucharada de perejil picado
- Una cucharada de estragón picado
Preparación:
Poner el salmón en una vaporera hasta que la carne se haga (salarlo en este momento, aunque yo no le pongo sal). Preparar una mayonesa del modo habitual y añadirle la cebolleta, el pepinillo, el estragón y el perejil. Pelar y cortar las patatas en rodajas. Hervirlas hasta que estén tiernas. Emplatar colocando las rodajas de patatas en el fondo, encima poner el salmón y cubrirlo con la salsa tártara. Así de simple.
Buen provecho
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