domingo, 13 de marzo de 2016

Bacalao rebozado con garbanzos


El bacalao es quizás el pescado más asociado a la Cuaresma, un periodo de cuarenta días institucionalizado por el cristianismo en los que se prescinde de comer carne.
Aunque en nuestro mundo secularizado ese sentido de penitencia haya perdido su valor, muchas personas siguen fieles a esa tradición. Los mercados rebosan de espléndidas piezas tanto en salazón como frescas, y yo, que procuro consumir lo que ofrece la estación, estoy disfrutando este año como nunca del bacalao fresco que traigo a casa entero y que preparo a mi gusto. Al final creo que terminaré gritando por la cocina ¡Banzai!
En esta ocasión he “deconstruido” el potaje tradicional, que no gusta a nadie excepto a mi, con esta receta rápida de garbanzos ya cocidos.

Ingredientes (para cuatro personas):

  • 4 trozos grandes de bacalo (fresco, desalado o al punto de sal)
  • Harina para rebozar
  • 2 huevos
  • 400 gr de garbanzos cocidos
  • Una bolsa de espinacas baby, ya lavadas
  • 2 chalotas
  • 2 tomates
  • 1 diente de ajo
  • 50 ml de vino blanco
  • 1 cucharadita de pimentón dulce
  • Aceite de oliva para freír
  • Sal y pimienta

Preparación:
Pelar y picar los ajos y las chalotas. Pocharlos en una sartén con dos cucharadas de aceite. Pelar, picar los tomates y quitarles las semillas. Añadirlos al sofrito. Añadir el pimentón y las espinacas. Cuando se hayan hecho, incorporar los garbanzos y el vino blanco. Salpimentar y cocer 10 minutos. Salar (si es necesario)
los trozos de pescado y enharinarlos. Reservar. Batir los huevos, rebozar el pescado y freírlo en aceite bien caliente por sus dos caras. Escurrir en papel de cocina. Servir el potaje de espinacas y garbanzos en un plato y colocar los trozos de pescado encima.

Buen provecho

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