domingo, 10 de abril de 2016

Caldereta ribereña


Esta es una caldereta sencillísima de salmón cuya autoría pertenece al gastrónomo Pepe Iglesias. Este asturiano cuenta en su haber con una suculenta colección de recetas entre las que abundan, como es lógico, las de su tierra.
Usando su habitual sentido del humor, cuenta como los salmones dejaron del saltar “al prau” con la guerra civil, y que hoy, si se quiere comer un buen salmón, lo más lógico es ir a la pescadería y comprar uno noruego que está excelente, en lugar de pretender pescarlo.
El plato lo inventó en el año 83 con motivo de las primeras Jornadas del salmón y del cava. Fue tan aclamado, que lo mantuvo durante años en la carta de su restaurante, y a día de hoy, es un clásico de la cocina asturiana.

Ingredientes (para cuatro personas):

  • 1 Kg de salmón cortado en dados sin piel ni espinas
  • 1 cebolla
  • 2 zanahorias
  • 1 pimiento verde
  • 1 pimiento rojo
  • 1 tomate maduro
  • Aceite de oliva
  • 2 vasos de vino blanco seco
  • 4 patatas

Preparación:
Picar la cebolla en trozos pequeños. Reservar. Pelar las zanahorias y partirlas en rodadas. Reservar. Picar los pimientos en trozos. Poner estos ingredientes en una cazuela con aceite y pochar. Mientras tanto, pelar, quitar las semillas y trocear el tomate. Añadirlo al sofrito y en un par de minutos verter el vino. Esperar unos minutos a que se evapore el alcohol. Pelar y trocear las patatas en cachelos (trozos irregulares cortados al tirón). Cubrir con agua y salar. Cocer hasta que las patatas estén tiernas. Retirar la cazuela del fuego y añadir el salmón. Tapar y dejar reposar (el salmón se cuece con el calor residual, así queda hecho pero jugoso).


Nota: Las patatas pueden quedarse hechas con antelación y el salmón se añade en el momento de comer como he dicho arriba. También puede añadirse a la caldereta unos guisantes tiernos.


Buen provecho


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