viernes, 22 de abril de 2016

Mermelada de calabaza y naranja


La caña de azúcar crecía silvestre en India. El rey persa Darío I se fijó en ella en una de sus campañas y se la llevó consigo, arraigando su cultivo desde entonces en el Mediterráneo Oriental. Tiempo después, los árabes invadieron Persia y se llevaron la planta al resto de los países mediterráneos. Ellos aprendieron a refinar el azúcar y a utilizarlo en confituras y dulces, hasta el mismísimo Nostradamus utilizó sus saberes alquímicos para elaborar sus confituras con miel, azúcar o vino, y lo dejó por escrito en uno de sus libros. Pero cuando realmente se popularizó el uso de este endulzante fue en el siglo XIX con el auge de la industrialización y el abaratamiento consiguiente de los precios. Desde entonces, se generalizó el uso de mermeladas, confituras y jaleas, preparaciones muy parecidas que se diferencian en que la primera se realiza con fruta triturada, la segunda con fruta troceada y la tercera con jugo de fruta. 
Tradicionalmente se preparaba con la misma cantidad de fruta y azúcar, pero cuando se hace en cantidades pequeñas, algo que me gusta más porque permite experimentar, lo rebajo considerablemente porque se va a consumir pronto.

Ingredientes (para un tarro de 300 gr, más o menos)

  • 300 gr de calabaza
  • 2 naranjas de zumo
  • 150 de azúcar
  • 1 anís estrellado

Preparación tradicional:
Hacer un zumo con las naranjas y ponerlo en un cazo junto con un trozo de cáscara lavada y cortada en juliana. Añadir al cazo la calabaza pelada y cortada en trozos. Echar el azúcar e incorporar el anís.  Cocer hasta que la calabaza se deshaga. Enfriar y guardar en un tarro de cristal.

Preparación en THX:
Poner en el vaso la calabaza y trocear 5 segundos. Añadir el zumo de naranja, el azúcar, la cáscara en juliana y el anís. Programar 20 minutos a 100ºC, velocidad cuchara y giro a la izquierda. Comprobar la textura final, y si se prefiere más espesa, incrementar el tiempo de cocción.

Nota: La receta pertenece a Bruno Oteiza y él sugería incluir unos cristales de sal ( solo una pizca) una vez enfriada, para producir un contraste de sabores y un toque crujiente. Lo menciono por si alguien lo quiere probar.


Buen provecho

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