Hacer un puré de patatas casero puede parecer un trabajo inútil existiendo tantas marcas que lo ofrecen ya preparado aunque, no nos engañemos, el resultado no es el mismo. Es verdad que estos copos resultan muy útiles para muchos trucos de cocina: espesar sopas o cremas, corregir el punto de sal cuando se ha echado de más o añadirlo a las hamburguesas para que queden más compactas.
Para hacer un buen puré lo primero es elegir una patata harinosa, en este caso la variedad Ágata es la más adecuada porque al tener más almidón, la textura será más ligera y esponjosa. Se recomienda también cocerlas con piel para no perder así parte de sus nutrientes, y después de pelada y refrescada, se mezcla con mantequilla y leche entera. Solo queda decir que es imprescindible usar un pasapurés clásico o un chafador para patatas con mango pero nunca una batidora eléctrica o quedará una masa elástica parecida al blandiblu.
Ingredientes (para cuatro personas):
- 800 gr de patatas
- 200 - 400 ml de leche entera (según se quiera más o menos espeso)
- Sal
- Nuez moscada
- 25 gr de mantequilla
Preparación:
Cocer las patatas con un poco de sal, pelarlas después y cortarlas en trozos. Triturarlas con el pasapurés o utilizar un aplastador de patatas. Colocarlas en una cazuela con la mantequilla. Calentar la leche y añadirla poco a poco mientras se revuelven las patatas. Salpimentar, añadir un toque de nuez moscada y listo.
Buen provecho
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