domingo, 19 de junio de 2016

Kuku kadoo (tortilla de calabacín)


La media luna fértil comprendida entre Irak y Egipto, ha sido el lugar de procedencia de todas esas influencias y tradiciones culinarias que conocemos en la actualidad. Un inmenso crisol de culturas que ha influido en el resto del mundo sin sufrir apenas el efecto inverso. Sus platos poseen siglos de historia. Unos fueron creados por pastores nómadas del desierto, otros por príncipes persas o sibaritas nobles turcos. Todos ellos tienen en común el gusto por el cordero, las frutas, el yogur, las legumbres, los frutos secos y las especias.
Uno de mis recientes intereses es la gastronomía persa. Veo en ellas muchas similitudes con la cocina mediterránea. Las dos utilizan gran cantidad de verduras, hierbas frescas y poca carne, lo que hace de ambas una forma muy saludable, equilibrada y deliciosa de alimentarse. Utiliza mucho el arroz y numerosas hortalizas frescas que se aromatizan con comino, cardamomo, agracejo, cúrcuma o hierbabuena.
Esta versión de tortilla iraní realiza una mezcla deliciosa y fragante de calabacines con cebolla, hierbabuena y especias. Puede prepararse como una tortilla tradicional o como una frittata italiana cuajada al horno.

Ingredientes:

  • 3 calabacines medianos
  • 2 cebolletas
  • 4 dientes de ajo
  • 1 taza de hierbabuena
  • 4 huevos
  • 50 gr de queso feta
  • 1 cucharada de harina
  • Sal y pimienta negra
  • 1 cucharadita de cúrcuma
  • 6 cucharadas de aceite de oliva

Preparación:
Rallar los calabacines y cortar las cebolletas en pluma. Dorarlos en una sartén con un poco de aceite y añadir los ajos laminados, asegurándose de que han perdido toda el agua. Reservar. Mezclar en un bol los huevos, la harina, la sal, la pimienta y la cúrcuma con la hierbabuena picada y las verduras pochadas. Incorporar el queso picado por encima y cuajar la tortilla al modo tradicional.
También puede cuajarse en un molde al horno untado previamente con aceite y unas rodajas muy finas de calabacín. Sobre ellos se vierte la mezcla de huevos y se hornea a 180ºC hasta que cuaje. Desmoldar y servir. Puede acompañarse de yogur y lavash (pan fino iraní).


Buen provecho

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