La época comprendida entre mayo y junio es especialmente agotadora. Vienen los primeros calores, los exámenes finales, el cansancio se apodera de uno y la mente comienza a divagar y a soñar con lugares que a uno le gustaría visitar. Y ahí estoy yo, consultando mis libros sobre queso, que en el fondo no es más que un pretexto para embelesarme con las fotos del valle de Aosta, de Lombardía o Piamonte. Ya, ¡qué más quisiera yo que hacer ahora una escapadita...! Me consuelo cerrando los ojos mientras saboreo un trocito de mi amado Gorgonzola, y es que el que no se contenta, es porque no quiere.
Ingredientes (para cuatro personas):
- 400 gr de tallarines
- 1 cabeza de brécol
- 1 taza de salsa de tomate
- 300 ml de salsa bechamel
- 60 gr de queso Gorgonzola
- Sal y pimienta negra
Preparación:
Cocer al vapor el brécol sazonado hasta que resulte tierno. Reservar. Cocer la pasta en agua salada, escurrir y reservar. Preparar una salsa bechamel al modo tradicional y cuando esté hecha, añadirle el queso y remover hasta que se deshaga. Servir colocando primero la salsa de tomate, sobre ella los tallarines con el brécol y regar con la salsa de queso.
Buen provecho
No hay comentarios:
Publicar un comentario