No puedo negar que el pescado me gusta más que la carne, por eso disfruto tanto los veranos en Asturias. Comer pescado recién capturado es algo que en Madrid no puede hacerse por muy buenos distribuidores que haya, aunque a veces “suena la flauta” y tengas la fortuna de encontrar alguna pieza que te haga llorar de satisfacción. Eso mismo me ocurrió con un salmón noruego que compré, ¡lástima que no siempre se puedan adquirir piezas tan buenas! Esto se unió a la compra de unas excelentes patatas, parece que ese día los hados me fueron propicios, y puede hacer este guiso que nos supo a gloria bendita.
Ingredientes (para cuatro personas):
- 800 gr de salmón cortado en trocitos
- Un kg de patatas
- Una cebolleta
- Un trozo de pimiento verde
- Un trozo de pimiento seco de la Vera
- Un tomate maduro (o tomate natural triturado de bote)
- Un diente de ajo
- Un chorrito de aceite
- Sal y perejil
- Caldo de pescado
Preparación:
Preparar un caldo de pescado. Pochar en una cazuela los pimientos y los ajos picados. Añadir las patatas peladas y troceadas. Rehogar unos minutos. Añadir el caldo y cocer hasta que las patatas estén tiernas. Verificar el punto de sal. Incorporar el salmón cortado en trocitos. Cocerlo solamente tres o cuatro minutos, no más para que la carne quede jugosa. Espolvorear con perejil picado y servir.
Buen provecho
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