viernes, 13 de junio de 2014

Buñuelos de brécol


Este es uno de mis truquitos de cocina más querido. El sabor especial de esta masa se lo proporciona el vino, un buen vino, el que a uno le guste, pero insisto, un buen vino, sino no hay gracia. Suelo utilizarla especialmente en las verduras, sobre todo con la coliflor y el brécol. Cuando cocinas estas verduras, aunque seas cuidadosa, abras la ventana o pongas la tapadera, el olor hará que tus hijos empiecen a vacilarte con las bromitas escatológicas de rigor y como soy muy perseverante, contraataco con esta receta. Cuando la prueban me llena de orgullo vanidoso el que me digan ¿no han quedado más? ¡Astucia materna!

Ingredientes (para cuatro personas):


Preparación:
Preparar la masa para rebozar según la receta del enlace. Cocer al vapor o en agua salada el brécol hasta que quede al dente. Escurrir y reservar. Calentar el suficiente aceite  en una sartén para freír los buñuelos. Rebozar el brécol en la masa, escurrir el exceso y freír. Depositarlos en papel absorbente y servirlos de inmediato para que no pierdan su textura crujiente. Acompañarlos con una salsa de chile u otra con carácter.

Buen provecho

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